Los vecinos

Los vecinos
Aquí estamos los vecinos del edificio. Ilustración: Axel de la Rosa

lunes, 10 de marzo de 2014

EL PROPIETARIO, LA CONSULTA Y EL PAQUETE
(febrero 2014)
Después del lío de la semana pasada, la policía decidió confiscar la bola de cristal hasta que se aclare qué pasó y quién se la robó a la Padilla pero tengo el presentimiento de que el cristalito mágico se va a quedar en comisaría eternamente. Sea como sea, la vida sigue y, esta semana, el interés ha estado centrado en Terencio, el propietario del edificio, que ha regresado de Venezuela ante la crítica situación que vive el país.
El hermano de Úrsula y Brígida volvió con la firme decisión de vender y vendernos y ellas están que trinan. A él le da igual lo que opinen y sigue erre que erre. Nada más enterarse, Carmela cogió una crisis nerviosa, temiendo que el nuevo propietario comprara el edificio sin la señora que limpia la escalera -ella- incluida en el lote. El miércoles, Terencio nos presentó a Bartomeu, el nuevo comprador, un empresario catalán que se ha jubilado y se ha venido a “las Canarias” con su mujer Dolors y su hija Neus. La compra se hará efectiva y, en efectivo, el próximo lunes y, según hemos podido averiguar, la familia catalana vendrá a vivir al edificio.
Carmela, que es una atrevida, interceptó al Bartomeu justo cuando el hombre entraba en el portal para echar un vistazo al que en unos días será su nuevo hogar y, allí, sin anestesia, le preguntó si seguirá contando con ella para limpiar las escaleras. El hombre se quedó parado, como ralentizado, y después de cinco segundos y dos toses, le dijo que lo sometería a consulta popular. Juanpe, que está al acecho de lo que pueda rascar (pobrecillo, sigue sin encontrar trabajo), se ofreció a colaborar con el nuevo propietario. “Necesitaremos una urna y papeletas”, le dijo Dolors, su mujer. Ya nos hemos dado cuenta de que ella es quien corta el bacalao.
Por fin ayer, Terencio nos citó. Quedamos en el portal, incluida Charo que, a pesar del incendio que sufrió su cuartito de la azotea convertido en peluquería, ya ha vuelto al trabajo clandestino y, mientras un primo suyo le arregla los desperfectos, sale a peinar a domicilio. A lo que iba: Terencio nos contó que Bartolomeu someterá a referéndum la continuidad de Carmela. A todos nos cogió por sorpresa porque suponíamos que eso era una decisión suya pero la Padilla nos aclaró que el hombre es catalán. “¿Y?”, preguntó Chaxi pero Juanpe le dio un codazo y la miró con cara de luego te cuento. Así que la cita con las urnas será el próximo miércoles en el ascensor. Para ese día, Terencio le ha pedido a Pepe, como policía del edificio, que redoble la vigilancia. Carmela ya ha empezado a hacer campaña. Creemos que no va a tener problema salvo con las hermanísimas.

Y por si fuera poco, anoche, un señor llamó al teléfono del ascensor (sí, han puesto un teléfono en el ascensor), preguntando por la Padilla. Se quejaba de que todavía no le ha pagado el envío de un paquete que ponía frágil y contenía una bola de cristal. No me lo puedo creer.

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