Los vecinos

Los vecinos
Aquí estamos los vecinos del edificio. Ilustración: Axel de la Rosa

lunes, 21 de septiembre de 2015

LA SAGA BERNI
Llevamos sin presidenta desde hace una semana, porque doña Monsi decidió marcharse a su pueblo natal para poder votar en las elecciones catalanas del próximo domingo. La Padilla pensó que la dejaría a ella a cargo del edificio, pero nada más lejos de la realidad. A todos nos sorprendió cuando nos comunicó que esta vez sería Eisi el presidente accidental.
-¿Pero qué le pasa a ésta con el exconvicto? Primero lo nombra jefe de seguridad, después médico y, ahora, lo deja al mando. Esto no puede seguir así -gritó Úrsula, dejando ver los nuevos descolgamientos que le han salido en el cuello desde que Eisi le dio un par de sesiones con la pistola de silicona como si fuera botox.
-Este hombre es un vendemotos y nos va a meter en un lío -apuntó María Victoria que ha denunciado al médico que le operó de apendicitis porque la cicatriz que le dejó tiene forma de lombriz roja californiana y ella las detesta.
El lunes por la tarde, el nuevo presidente convocó una reunión en su piso-consulta, para comentarnos los cambios que pensaba llevar a cabo. Antes, le pidió a Neruda, al que ha nombrado jefe de Encargos, que trajera unas aceitunitas y un par de cervecitas.
-Buenas tardes vecinos. Como ustedes sabrán la productora de la película de "Bourne" no me ha dejado ser uno de los extras, así que he decidido hacerle la competencia. Desde hoy empezaremos a rodar "Berni". Queda cortado el acceso por las escaleras y esta noche unos colegas vendrán a montar los focos -dijo, como si fuera Steven Spielberg.
-¿Qué van a cortar las escaleras? -se asustó Carmela.
-Sí, tendrán que subir por el ascensor. Por cierto, señoras, mañana, a primera hora, haré un casting para elegir a la protagonista.
-Pero yo solo estoy contratada para limpiar las escaleras. ¿Me van a dejar en la calle con mis dos mellizas a punto de nacer? -lloriqueó Carmela.
-No te preocupes, puedes limpiar el ascensor -le tranquilizó Eisi, alongando la mirada por encima de las gafas de Neruda que se las ha quedado definitivamente, porque dice que le dan aspecto de serio, con lo que el jefe de Encargos se va dando golpetazos por todos lados.
Al día siguiente, cuando empezaba a amanecer, Úrsula, Brígida, la Padilla, Alegría y Carmela coincidieron en el portal, donde Eisi iba a realizar el casting. Tuvieron que esperar más de dos horas a que llegara.
-¿Y tú no tienes trabajo? El ascensor está que apesta -le recriminó Úrsula a Carmela con la esperanza de quitarse una contrincante de encima.
-Señoras, tranquilas que es temprano -dijo Eisi, cuando apareció acompañado de Neruda y cargando una silla de la cocina en cuyo espaldar había pintado "Director".
Después de dos horas de pruebas, y contra todo pronóstico, Carmela fue la elegida. Según nos explicó Neruda, "la protagonista tiene que ser una mujer sufrida".
-¿Sufrida? Si ésta vive mejor que una condesa. Limpia cuando le da la gana y así tiene el edificio, apto para inquilinos como Cinco Jotas -se quejó Úrsula.
No hubo nada que hacer.
El rodaje empezó el miércoles con la primera escena de acción. El protagonista era el propio Eisi, caracterizado del superpolicía Berni que, tras una pelea en la azotea, iniciaba una persecución por todas las escaleras.
-Esa parte es muy peligrosa ¿no quieres que la haga un doble? -le aconsejó Neruda.
-¿Acaso dudas de mí? -preguntó enfadado y, cuando el mismo gritó ¡Acción!, se lanzó escaleras abajo al puro estilo Bourne, pero él era simplemente Berni.
Bajó los escalones de tres en tres, sorteó una silla que habían atravesado en medio del piso de la Padilla y saltó por encima de dos extras pero, al llegar al rellano de María Victoria, resbaló y cayó rodando hasta el portal.

El grito desgarrador de Carmela nos alertó a todos y, aunque nos había prohibido asomarnos mientras se estuviera grabando, salimos corriendo y vimos a Eisi tirado en el suelo en una postura imposible. En ese momento, Neruda, que pensó que el accidente formaba parte del guión, accionó el dispositivo de fuegos artificiales para simular explosiones.
Todo terminó con los bomberos en el edificio, aunque eso no estaba en el guión. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario